EL 9 DE FEBRERO SE ELIGE A DÁMASO ANAYA RECTOR DE LA UAT
-Ojalá que la convierta en una universidad de verdad
-Regidores no informa sobre sus actividades públicas
-Y en cambio usan las redes para banalidades
-Hay gente que sin cargo, ayuda a la gente, como Katita Ibarra
-Donativo de 1.6 millones al Sistema DIF
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Raúl Hernández Moreno
El 9 de febrero la comunidad universitaria de la UAT elegirá a Dámaso Anaya como su nuevo rector. Además de él, hay otros cuatro candidatos, pero los dados están cargados a su favor, lo cual ha ocurrido toda la vida al interior de la máxima casa de estudios de Tamaulipas.
Y puesto que la costumbre se impone, lo deseable es que el nuevo rector se decida, de una vez y para siempre, a convertir a la UAT en una universidad pública de verdad y que en unos años pueda competir si no con la UNAM o la UANL, por lo menos con la de Puebla, o la de Tabasco o la de Guanajuato.
Hay que elevar la calidad educativa de la UAT. Basta ya de regalar dieces a los malos estudiantes y a los porros. Y para elevar la calidad educativa se requiere de mejores catedráticos, para lo cual hay que pagarles bien. Mientras perciban bajos sueldos, poco se les puede exigir.
Tarea difícil, por no decir que imposible, del próximo rector, pero por lo menos debe intentarlo.
Por otro lado, al margen de si se reeligen o no, varios de los actuales regidores han demostrado que son malísimos para informar lo que hacen en comisiones o en el cabildo, pero en cambio tienen otros talentos.
Nunca informan de su trabajo público, pero en cambio en las redes sociales a uno se le ve dando cátedra de cómo hacer un corte de carne o pelar ajos; a otro se le ve comiendo tacos callejeros o preparando la lumbre para una carnita asada: otro se la pasa presumiendo de lo precioso que está su vástago; a uno más se le ve presumiendo sobre su flotilla de trailers; una diputada nos habla de la danza que le dedicó a su Dios.
¿Tendrán idea de sus responsabilidades públicas o son tan babas que ni idea tienen de eso?
Eso sí, todos ellos, incluyendo lo que no se van tan superficiales en las redes, presumen sobre lo mucho que aman al pueblo. Sí cobran un sueldo es porque así está estipulado en la ley, pero su amor a los animales callejeros es real. Y entregan una despensa con el corazón en la mano.
Pocos son quienes siendo regidores o funcionaros se entregan a un trabajo social mientras están activos, y lo continúan cuando son simples mortales.
Así recordamos a una Rosa María Alvarado que dejo de ser regidora y diputada y continuo su trabajo social con las damas voluntarias de la AAA, entregando becas a alumnos universitarios, apoyando a quién se lo solicita.
Dorina Lozano nunca ha dejado de apoyar al Hogar de Niñas Huérfanas; Gina Ferrara siempre está al pendiente de los perros y gatos callejeros y así podríamos mencionar a muchos más, como a Rogelio Soto que lo mismo entregó cajas de gel en la pandemia y sigue apoyando a familias con consultas médicas, con medicamentos, con lo que le solicitan.
Mención aparte, es la señora Katita Ibarra Monreal. Ella literalmente se queda sin comer, para ayudar a su gente, a las familias pobres de las colonias de la periferia, donde la adoran porque les regala despensa, ropa usada, les hace su fiesta del día del niño, del día de la madre, su posada, con música, comida y regalos, todo sufragado del su propio bolsillo, o más bien del de su señor esposo, que la adora y nunca deja de apoyarla.
Y doña Kati no es ni ha sido funcionaria nunca. Ayuda porque le nace, porque quiere y porque de esa manera agradece a la vida lo que le ha dado, que para ella es mucho.
Por otra parte, Gerardo Holguín López, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, entregó a la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas un cheque por un millón 603 mil pesos, como donativo para que el Sistema DIF municipal lo utilice en sus actividades sociales.
La alcaldesa agradeció está aportación histórica que puesta en las manos del Sistema DIF beneficiará a cientos de familias.