PARTIDOS CONTRA EL CHAPULINEO

 

 

-Pero éste es inevitable

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Raúl Hernández Moreno

Los diputados del PRI, Edgar Melhem y Alejandra Cárdenas buscan impulsar una reforma constitucional para prohibir el chapulineo entre legisladores, es decir, que no  cambien de partido  durante el período para el que  fueron electos.

No sabemos cómo  pueden hacerle  dos diputados  para convencer a 23 de Morena y aliados y a 9 del PAN, para que los apoyen en una reforma de este tipo que requiere de 24 votos.

Pero además, sería una reforma anticonstitucional. Cambiar de partido es como cambiar de calzones. Es un derecho  y no una obligación.

En días pasados el comisionado nacional del PT en Tamaulipas, Arcenio Ortega, se quejó de que su partido perdió dos  diputados en la actual legislatura, Lidia Martínez López que se fue al PAN y José Braña Mojica que se  fue a Morena

Yuriria Iturbe, lideresa estatal  de Morena,  por su parte, dice que su partido será más cuidadoso en la selección de candidatos, para poner a gente comprometida, que no  salte de partido, a la primera oportunidad  que se les presente.

Pero una cosa es decir que se va a ser escrupuloso en la selección de candidatos y otra conseguirla.

La realidad es que el chapulineo es inevitable, no  hay forma de anticiparse cuando un político se quiere cambiar de partido.

Todos recordamos que  hasta la primera quincena del 2020, Yahleel Abdala era orgullosamente priista y a fines de ese mes se convirtió en orgullosamente panista y hoy no sabemos si sigue siendo orgullosamente panista o es orgullosamente cabecista.

A fin de cuentas todo lo que ha sido en los últimos dos años se lo debe a Cabeza de Vaca y no al PAN. Una cosa es el panismo y otra el cabecismo. Este último algún día se va acabar y el PAN va a permanecer.

Pero Yahleel ejerció su derecho de cambiar de partido. Habrá quienes hoy se lo reprochen, pero a fin de cuentas fue un derecho y una decisión propia, que no violentó ninguna norma  jurídica.

Los partidos siempre  han enfrentado el riesgo de que un militante siendo funcionario de elección se les cambie de partido. Y esto pasa en todos los partidos, nadie escapa.

De los seis regidores que metió el PAN en el actual cabildo, ya solo le quedan dos, Samantha Bulás y Daniel Treviño. Y en el caso de éste último es panista entre comillas. Solo  Bulás  trae la camiseta  bien puesta.

En el 2019 el senador del PRI, Miguel Angel Osorio Chong condenaba el chapulineo y afirmaba que quien llegaba a un cargo público por un partido y luego cambiaba a otro, debería dejar el puesto. Cuatro años después,  renuncia al PRI, pero no a la senaduría. Y es que las restricciones son para los demás, no para uno.

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