REFORMA PARCIAL

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Raúl Hernández Moreno

El magistrado Felipe de la Mata propuso que al presidente del Tribunal Federal Electoral se le elija mediante una tómbola o bien, que se escoja al decano, al de mayor edad.

Actualmente al presidente se le escoge mediante el voto secreto de cada uno de los siete magistrados que conforman el Tribunal.

La propuesta del Presidente Andrés Manuel López Obrador es que a los magistrados se les elija mediante el voto directo de los ciudadanos.

¡Vaya ocurrencia la del abogado Mata! Ni ser viejo es sinónimo de genialidad, ni se puede  dejar a la suerte la elección del presidente de ese organismo.

Por supuesto, lo dicho por Mata es una simple propuesta que seguramente ni siquiera será tomada en cuenta, porque carece de seriedad.

La reforma electoral que proyecta Morena se empezará a discutir después de la marcha que encabezará el Presidente Andrés Manuel López Obrador el 27 de  noviembre y que sin duda será multitudinaria, con cientos de miles de participantes en la Ciudad de México y todo el país.

Sin el respaldo del PRI, es imposible  conseguir una reforma electoral como la propone el Presidente. No hay forma de que la consiga, no le alcanza con el  voto de Morena y de sus aliados.

Al final se obtendrá  una  ley parcial, en la que se le cambiara el nombre al INE, que es diferente a desaparecerlo, se autorizará la urna electrónica, se reducirán salarios a los magistrados, entre otras medidas.

El sustituto de Lorenzo Córdova, que se va en los primeros  meses del 2023,  ya no va a ganar 262 mil pesos mensuales ni tendrá una  vida de privilegios a costa del erario público,  lo que no significa el fin de la democracia.  La sesgada democracia que tenemos, no es obra de Lorenzo Córdova, es la lucha de todos los mexicanos y no de ahorita, de siempre.

El movimiento del 68, la matanza del 11 de junio de 1971, la guerra sucia, el fraude del 88, las protestas del 2006, son movimientos sociales que han obligado a los  gobiernos en turno a autorizar  reformas políticas. Sin estas movilizaciones, la democracia mexicana tendría un mayor rezago que el de la actualidad.

Aunque dejará al INE en los primeros meses del 2023, Córdova no será candidato presidencial en el 2024, como sueñan los opositores, por estar impedido por la ley y para el 2030 ya no tendrá el posicionamiento actual en que utiliza los tiempos de la radio y la televisión para promoverse.

Eso sí, aunque no será candidato presidencial en el 2024, que nadie se espante si para  mediados del 2025 ya milita abiertamente en el PAN, como lo  han hecho muchos personajes al dejar al INE, como Alfonso Lujambio que fue consejero electoral de 1996 a 2003 y luego se afilió al PAN y fue Secretario de Educación con el borrachín de Felipe Calderón y senador de la república.  Es uno de los tantos campeones  de la democracia panista.

El PRI y el PÄN saben que cuando ellos gobernador impusieron consejeros en el INE y que ahora Morena hará lo mismo y por eso gritan y patalean y construyen una falsa narrativa de destrucción del INE, cuando lo que se busca es mejorarlo y obviamente para saber si se logra, primero tienen que aprobarse las reformas.

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