GABY REGALADO, HEROÍNA DE MORENA
-Y El Moyo, es el villano
-Lo que sigue es recuperar el Congreso
Tiempo de opinar
Raúl Hernández Moreno
La diputada Gabriela Regalado se convirtió en la heroína de Morena, y de Tamaulipas, al promover y ganar el recurso de inconformidad con el cual el Tribunal Electoral de Tamaulipas, echó abajo la Súper Fiscalía.
El recurso lo presentó junto con su compañero de partido, Marco Antonio Gallegos.
Y mientras Gaby es la heroína, el chico malo de esta historia, el villano, el depredador, el castigador, es el diputado Félix Moyo García quien promovió la Súper Fiscalía en un afán de obstaculizar al próximo gobierno y para blindar a su patrón, su jefe, su amo, Francisco García Cabeza de Vaca.
No deja de ser curioso que los dos principales actores de esta historia representen a Nuevo Laredo, pero una quiere lo mejor y el otro no le importa Tamaulipas, y menos Nuevo Laredo, solo quiere quedar bien con su amo.
Triste destino el de El Moyo, de paladín de la democracia a promotor de la prolongación de una tiranía. Luego de seis años, esa tiranía se agotó.
El año pasado, previo a las elecciones, pocos apostaban por Gabriela Regalado que enfrentó en las urnas al alcalde con licencia, Enrique Rivas Cuéllar, quien llevaba ganadas cuatro elecciones al hilo. De regidor, diputado local y dos veces alcalde. ¿Cómo pensar que una regidora poco conocida le pudiera ganar?
Rivas gastó carretadas de dinero, a diferencia de Gaby que a falta de recursos, realizó una campaña a ras de tierra, con mucho contacto con la ciudadanía.
Entre los chicos de la prensa no faltó quien dijera que Rivas ganaría con paliza. Lo adulaban, lo chuleaban, querían quedar bien con el alcalde y nunca le hablaron con la verdad. Se equivocaron en el pronóstico, el apaleado fue Rivas. Gaby le ganó con 16.87 puntos de ventaja, equivalentes a 9 084 votos.
Rivas nunca acepto su derrota, jamás felicitó a Gaby por su victoria, su compañera de cabildo. Incluso el equipo de Rivas deslizó la teoría de que la derrota era el resultado de una traición al interior del PAN, promovida por quien era alcalde en funciones, Arturo Sanmiguel Cantú, cuya hija participó como candidata a diputada en el distrito 2 y sí ganó. Se habló de que se promovió el voto cruzado. Es una teoría endeble que lo que buscaba era justificar la derrota y nada más.
Con el fallo del Tribunal Electoral, al gobernador Américo Villarreal se le facilita la gobernanza. Todavía hay muchos obstáculos por derribar, entre ellos, recuperar la Junta de Coordinación Política que el PAN se robo de manera cínica.
La Junta de Coordinación debe estar en manos del partido que quedó en el primer lugar de las votaciones, que fue Morena. Pero el PAN compró a diputados de Morena, reformó la ley y se apoderó de la Junta de Coordinación. Es una acción anticonstitucional que se va a revertir en los próximos meses.
A Américo y Morena, los eligieron 730 mil tamaulipecos. Y las mayorías mandan, aquí y en China.
Morena va por la recuperación del Congreso y por el rescate de Tamaulipas, que el PAN deja en ruinas.