NORMA PIÑA LA ESPERANZA DE LA OPOSICIÓN

-La ministra le  hace la chamba a los partidos

-Si por ella fuera, destituía al Presidente

-Los líderes se aferran a las prerrogativas que el INE les entrega

Tiempo de opinar

Raúl Hernández Moreno

Si Morena echó a andar el plan C, que  consiste en arrasar en las urnas en el 2024, a la oposición no le queda de otra que lanzar a la ministra Norma Piña como su abanderada presidencial.

Y es que todos los  gallos de la oposición  han sido desplumados. El primero fue Ricardo Anaya que anda prófugo para no ser arrestado; Carlos Loret de Mola fue exhibido como un archi-raterazo: Francisco García Cabeza de Vaca, está fuera del país y tiembla de pavor con la idea de ser enjuiciado: a Lorenzo Córdova se le acabó el gas tan pronto dejó el INE.

Y  no se diga de Alejandro Moreno y Marko Cortés,  que han sido exhibidos como rateros e  inútiles.

Por su parte, Lilly Téllez es un mal chiste, lo mismo Santiago Creel que ya chochea y encima quiere dar clases de moral y  confunde ésta con un árbol que da moras. Gustavo de Hoyos y  Claudio X González son  buenos empresarios y nada más.

Los medios de comunicación adversarios del gobierno,  poco o nada influyen en las decisiones del país. Para colmo en este bloque no participan ni TvAzteca ni Televisa, las dos cadenas de televisión  más importantes. El bloque opositor en los medios lo integran periódicos que cada vez tienen menos lectores y estaciones de radio que cada vez tienen menos auditorio. Para su mala suerte, las redes sociales los  han rebasado.

En los meses anteriores en  que subsistió la Ley de Comunicación Social y  dejó a los medios  sin publicidad oficial, los mandó a la pobreza  franciscana  y hubo cierres en  diferentes puntos del país. No pudieron sostenerse sin la propaganda oficial.

Los medios se alejaron de la sociedad y se pusieron en manos de los  gobiernos y hoy pagan caro ese error. La gran mayoría no pueden existir sin publicidad oficial.

Muchos opinadores que denostan un día al Presidente y al otro, también, saben que la oposición está muerta, pero no saben qué hacer para ayudarlos a crecer. Le apuestan a que el sucesor de AMLO modifique su relación con los medios de comunicación.

La ministra Piña le está haciendo la chamba al PRI, al PAN y al PRD cuyos líderes están más interesados en gozar del dinero público que les entrega el INE,  vía prerrogativas, que en armar una  verdadera estrategia para  ganar no el 2024, sino en el 2030 o en el 2036.

Piña actúa más allá de la división de poderes. Se cree la verdadera Presidenta. Quiere legislar y administrar al país. Que el Poder Judicial absorba a los otros dos poderes. No se anima a actuar como  dictadora, porque no tiene a su lado a las fuerzas armadas, ni a los legisladores, ni a los  gobiernos estatales, ni a los ciudadanos, por eso no se avienta el tiro de someter a votación de la Corte la destitución del Presidente. Pero ganas no le  faltan.

Y en medio de todo esto, el Presidente López Obrador mantiene su respeto a la ley. Muy lejos está de ser el dictador en que lo quieren convertir Cabeza de Vaca y  otros engendros.

Hoy que Cabeza de Vaca está oculto en Estados Unidos debería de recordar que para los dictadores no hay distancias y ahí está de muestra León Trotsky. Stalin acabó con él, sin importar el tiempo y la distancia.

Cabeza de Vaca y los opositores deben cambiar su discurso  y dejar de estar mintiendo  llamando  dictador a AMLO, al que el pueblo lo adora y lo idolatra.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *