LA LUCHA POR EL CONGRESO

-Morena aplasta al PAN, como antes éste lo  hizo

-Sin tener mayoría, PAN quiere mandar

-Américo pone en marcha Semana Nacional de Salud

-Aun alcoholizado, Porfirio era brillante

Tiempo de  opinar

Raúl Hernández Moreno

Lo que estamos viendo en el Congreso no es un tema legal, es un asunto de poder. El mismo poder que uso el PAN para aplastar a Morena,  cuando  fue gobierno, ahora lo usa el partido  guinda.

Ambos partidos se aferran al poder. Al PAN el Tribunal Estatal Electoral le regaló la Junta de Coordinación Política, a pesar de que el partido solo tiene 9 diputados y si suma  los del PRI, llega a 11. No le alcanza para aprobar ninguna ley en votación simple, ya que requiere 20 votos y menos para  una reforma constitucional, en la que necesita 24.

Para colmo, el PAN ya no controla el presupuesto del ejecutivo, no hay forma de comprar  diputados.

El fin de semana, Morena abuso del poder para sesionar en solitario y legislar para crear y quedarse con la Junta de Gobierno,  una  figura que sustituye a la Junta de Coordinación Política y obviamente el PAN va a impugnar.

El PAN obedece a los intereses espurios del ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca que destruyó a Tamaulipas y  quiere seguir  haciéndolo, para lo cual utiliza al diputado Félix El Moyo García.

Esto, pues, es un asunto de poder. El PAN está recibiendo una sopa de su propio chocolate, está sufriendo como en su momento  sufrió Morena.

Por cierto que la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas envió un mensaje de solidaridad a su homologo de Reynosa, Carlos Peña Ortiz, quien sigue siendo víctima de acoso  judicial por parte del ex gobernador Cabeza de Vaca que  tiene a su servicio a jueces que se prestan para perseguir al reynosense.

Carmen Lilia también padeció el acoso judicial por parte del perverso señor de los cuernos.

Por su parte, el gobernador Américo Villarreal Anaya puso en marcha la Primera Jornada Nacional de Salud Pública, que se desarrollara del 10 al 21 de julio, en los 43 municipios de la entidad.

La jornada la puso en marcha, acompañado de gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García y  dijo que se pondrán en marcha más de un millón de acciones.

Además, reveló que este año se invertirán más de 1 800 millones de pesos en salud.

En otro tema, ahora que murió Porfirio Muñoz Ledo como es costumbre entre los mexicanos, ya se le convirtió en un héroe de bronce. Así pasa siempre, aunque luego la  historia coloca a cada quien en el lugar que le corresponde.

Varias veces lo entrevistamos. Una fue a fines de 1987, afuera de la Arena México, en la  Ciudad de México, en un evento del PARM. Porfirio estaba borracho, pero aún así accedió a la entrevista y sobrio o alcoholizado, era brillante.

Otra vez, dio una entrevista colectiva a los colaboradores del noticiero matutino Radiorama, en el restaurante El Rancho. Un servidor estaba sentado frente a Porfirio y a un lado mío el periodista Genaro González Gaucin a quien Porfirio le comentó que tenía porte de indio estadounidense y que podía actuar en una película de indios y vaqueros.

En un  corte, insistió en su apreciación. Minutos más tarde, Gaucín se levanto, se le acercó a Porfirio y le cuchichió algo al oído.

En otro corte, Porfirio alzó la voz y dirigiéndose a Genaro le dijo: ¿Así que eres de origen indio descendiente de los Kikapoos?

Genaro sonrió nervioso, se puso rojo de la cara y contestó casi en susurro: Así es.

En otra ocasión que visitó Nuevo Laredo, el vehículo que  trajo a Porfirio de Monterrey a Nuevo Laredo,  fue interceptado un reportero de un periódico en la  garita del Km. 26, con la intención de entrevistarlo.

Porfirio  traía una botella de Whisky que venía tomando en el camino.  Se enojo por la invasión de su privacidad y no dio entrevista.

En cambio, en una visita a Stereo 91, se enojó con el fallecido Roberto Gálvez, por no saber entrevistar y al aire lo humilló. Así era don Porfirio, intolerante cuando algo  no le parecía  bien.

En el 2000, el profesor Bruno Álvarez buscó ser candidato presidencial por el PARM, pero  declinó a favor de Porfirio cuando este se acercó al partido en busca de la candidatura, solo para que semanas antes de la elección  se bajara de la candidatura para sumarse a Vicente Fox.  Fue un  grave, gravísimo error, que confirmó que aunque Porfirio era brillante, también se equivocaba, en la búsqueda de sus intereses personales.

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